Artículos sobre Gerencia

¿Es posible que las medianas y pequeñas empresas conviertan el conocimiento organizacional en Activo Intangible?




Como Administradora estudiosa de las herramientas gerenciales y Docente, siento gran curiosidad por la relación cada vez más importante entre el conocimiento y la generación de las ventajas competitivas.



Numerosos autores han desarrollado teorías en torno al desarrollo de conocimiento como fuente de generación de beneficios adicionales en los diferentes procesos productivos de las empresas. Michael Porter, por ejemplo, lo denominó Cadena de Valor y resalta conceptos fundamentales como el de la determinación de los procesos críticos de la organización.



La importancia de esta identificación, evidencia que solamente se puede comprender aquello que previamente se ha conocido y que por lo tanto pueda ser susceptible de ser evaluado para mejorar.



Ninguno de los estudiosos de estos temas señala tamaño para las empresas que deseen aplicar estas teorías, es por ello que resulta curioso que las empresas pequeñas y medianas no consideren dentro de sus planes estratégicos incluir el desarrollo de la gestión del conocimiento como una estrategia para destacarse entre sus competidores.



Podríamos revisar los motivos que llevan a los directivos de este tipo de empresas a tomar esta decisión. En primer lugar, se alega que este tipo de estudio implica una importante erogación económica, bien a través de la contratación de un especialista fijo o con una consultora. Mi opinión al respecto es que al igual que cualquier proyecto emprendido dentro de una organización, éste debe ser cuidadosamente planificado, comenzando por el alcance del mismo, de forma de definir con claridad las metas y objetivos. Esta acción permite la determinación del costo en función del tiempo y los recursos que serán necesarios convirtiendo el gasto en inversión.



En segundo lugar hay que incluir dentro de la cultura organizacional, el concepto de gestión del conocimiento, comenzando por compartir la idea que el conocimiento organizacional tiene una importancia estratégica de manera que no exista la menor duda sobre su importancia para el desarrollo de la empresa. Esto permite que todas las acciones incluidas en la planificación, sean consideradas necesarias, ésto evita pérdidas de tiempo al momento de levantar y revisar la información, así como la resistencia a la aprobación de documentos.



En tercer lugar hay que reconocer que el conocimiento organizacional siempre está presente en las organizaciones, ya que se encuentra inmerso en las rutinas y actividades y constituye el elemento más importante de la cultura organizacional. Reconocerlo, formalizarlo y compartirlo entre todos los integrantes de la organización, además de facilitar el logro de metas en términos económicos, permite a la empresa responder ante los cambios consecuencia de los distintos procesos de globalización.



Por último las TIC’s ofrecen innumerables alternativas de bajo costo para la publicación y divulgación de manuales sin requerir la presencia constante de expertos para el mantenimiento de una red especializada que preste a toda la organización este tipo de servicios.



Un proyecto de Organización y Métodos comienza por un exhaustivo proceso de levantamiento de información, en el cual deberán participar todos los miembros de la empresa. Constituye ésta, una oportunidad invaluable para fortalecer nexos entre todas las unidades. El resultado obtenido no solamente se plasma en manuales, sino también en proveer acciones efectivas para las oportunidades de mejoras que hayan sido detectadas.



La segunda fase es mantener actualizado el contenido de estos manuales, propiciando la presencia del especialista en todos aquellos procesos que impliquen cambios, como respuesta a las necesidades siempre cambiantes del entorno.



Las empresas que comparten conocimientos, disfrutan de comunicaciones eficaces y eficientes que permiten a su capital humano realizar sus actividades productivas sin titubeos y con seguridad. Por esta razón respetados autores consideran el conocimiento organizacional un activo intangible cuya depreciación ocurre por la adición de nuevos conocimientos que permiten responder más rápido y mejor que los competidores.



Ante estas reflexiones, considere la posibilidad de incluir en sus planes estratégicos, la gestión del conocimiento como una inversión a corto plazo que producirá dividendos por mucho tiempo.

Carmen María López